Microplásticos en la sal: la amenaza invisible para tu salud

Microplásticos en la sal: la amenaza invisible para tu salud

La sal es un ingrediente esencial en nuestra dieta diaria, presente en casi todas las cocinas del mundo. Sin embargo, investigaciones recientes revelan una amenaza invisible: los microplásticos.

Estos diminutos fragmentos plásticos —menores de cinco milímetros, se han infiltrado incluso en el ingrediente más básico de nuestra alimentación.

El problema no solo es ambiental, sino también un posible riesgo para la salud humana.

Microplásticos: ¿cómo llegan a la sal?

Un estudio encontró microplásticos en 36 de 39 marcas de sal analizadas a nivel mundial, lo que indica que hasta un 90% de la sal marina podría contenerlos. Los niveles más altos se encontraron en sal marina, seguidos de sal de lago y sal de roca (fuente)

Pero, ¿cómo llegan estos fragmentos plásticos a la sal?
Los microplásticos provienen de productos cotidianos como fibras sintéticas (poliéster, nylon, acrílico), polvo urbano, neumáticos, pinturas marinas y productos cosméticos. En particular, el 35% de los microplásticos oceánicos proviene de fibras sintéticas liberadas durante el lavado de ropa. Estas partículas son tan pequeñas que los sistemas de tratamiento de aguas residuales no logran filtrarlas, y terminan en los océanos, desde donde contaminan la sal.

Impacto ambiental y en la vida marina

Los microplásticos no solo contaminan el agua, sino que también ingresan a la cadena alimentaria marina. Estudios con peces cebra muestran que la ingestión de microplásticos provoca inflamación intestinal, estrés oxidativo, toxicidad hepática y alteraciones en el metabolismo de lípidos y energía.

Esto plantea un riesgo importante para la seguridad alimentaria y para los ecosistemas acuáticos.

Microplásticos en el cuerpo humano: un riesgo silencioso

La investigación también indica que los microplásticos pueden atravesar la membrana intestinal, ingresar a la circulación sanguínea y acumularse en órganos como el hígado y el cerebro. Incluso pueden cruzar la barrera placentaria, afectando a las generaciones futuras (fuente)

Además, los microplásticos transportan contaminantes químicos como ftalatos, bisfenoles y organotinos, que están asociados a estrés oxidativo, toxicidad celular, disrupción endocrina y alteraciones metabólicas. Algunos científicos relacionan esta contaminación con el aumento global de la obesidad y enfermedades metabólicas en las últimas décadas.

La importancia de elegir una sal libre de microplásticos

En un mundo donde la contaminación plástica es cada vez más difícil de evitar, la elección de productos puros y certificados cobra un papel clave. En Sal Ancestral, nuestra sal proviene de un manantial ancestral ubicado a más de 600 metros sobre el nivel del mar, lejos de la influencia humana y contaminantes ambientales.

Nuestros análisis independientes confirman que nuestra sal está libre de microplásticos y metales pesados, asegurando no solo sabor y calidad, sino también tranquilidad para tu salud.

El consumo diario de microplásticos podría llegar a unos 5 gramos por semana, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito.

En Sal Ancestral creemos que la salud del planeta y la nuestra están profundamente conectadas. Por eso apostamos por:

  • Investigación continua sobre microplásticos y su impacto.

  • Pruebas rigurosas en nuestros productos.

  • Promoción de la reducción del consumo de plástico.